PARA:

Le pedí al cielo que todo el caos se acabará y lo que pensé que sería para siempre se escapó de mis manos.

Parar, eso fue lo que tuve que hacer en el camino cuando me di cuenta que lo que amaba ya no me llenaba, que aquella pasión, deseo y ganas se esfumaron.

Para siempre le dije a la almohada, le comenté al universo, lo visualice en la eternidad, pero acabó siendo un momento, como era de esperarse, si tenía un inicio acaba de llegar su fin.

Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo, pasaban los días rápidamente, habían cambios constantes, estaciones diferentes que iban concorde a la transformación repentina del interior en el tiempo.

Tenía que abrir los ojos, tenía que ver qué aquello que se había vuelto rutina era hasta ahora, en presente, no futuro, porque no lo había, es ahora en lo actual, es ya.

Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre Noviembre... Noviembre sin ti, sin mí, un frio vacío, un espacio que no quiere ser llenado, una frase que cuesta decir “buen viaje, vuela alto”.

Era necesario observar que el cambio ya se había marcado, que la conversación había acabado, que el llamado tenía su fin, que todo era un fantasma, efímero, volátil.

Adiós, te dejo libre, ahora necesito ser.

-ITA

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